Cuando Diego García Moreno regresó a Colombia después de haber vivido por muchos años en París y en Chicago, tenía una sola idea en la cabeza: comprar una cama para su mujer que estaba embarazada de su primer hijo. La búsqueda de la cama llevó a este director de documentales a conocer un mundo insospechado y a sumergirse en una aventura en la que encontró una Colombia única, viva, insólita, caótica, tierna, desgarrada y maravillosa. Así nació Colombia Horizontal, un documental de dos horas que nos lleva, como en una montaña rusa, por los más increíbles vericuetos de un país alucinante cuyos habitantes se caracterizan por un rasgo común: el amor a la vida, el deseo de sobrevivir a pesar de que la realidad se empeñe en demostrarles lo imposible de esta empresa. Colombia Horizontal retrata la intimidad que viven los colombianos de sus múltiples razas –indígenas, blancos, negros, mestizos y mulatos- en sus camas, hamacas y esteras, en la desolación de la calle, alrededor del omnipresente ataúd. Es una inusual y fascinante aproximación a las relaciones y rituales que ellos ofician con los objetos que utilizan para satisfacer sus necesidades horizontales. Colombia Horizontal es el retrato íntimo de un país. Desde esta perspectiva horizontal, el documental nos muestra la dimensión humana de Colombia, un territorio increíblemente variado y hermoso en el que a pesar de su realidad cruda, violenta y compleja, se vive con el humor a flor de piel y con mucho y coraje.