En 1983, después de varios años de ausencia, regresé a Medellín y sólo encontré desesperanza.  Realicé entonces el mediometraje “Balada del mar no visto” que contaba las aventuras de un hombre que buscaba un horizonte  y naufragaba en el intento. En marzo del 2009 regresé con el actor de la película  al barrio Moravia donde había terminado la Odisea y cuál no sería nuestro asombro al encontrarnos con un puerto muy  particular